La versión que leeré de las 1001 noches, como ya lo he dicho antes, es la versión de Madrus traducida al español por Vicente Blasco Ibáñez. Mardrus dice que tuvo en sus manos el manuscrito original aunque se duda mucho de esta situación y se presume que fue un truco literario que de cierta forma daba un halo nuevo de misterio, lícito desde el punto de vista de la literatura. Los estudios anteriores y posteriores a esa adaptación permiten ver que la versión de Madrús en realidad no se basó en un solo manuscrito sino sobre un conjunto de textos árabes, algunos de los cuales no son ni han formado parte nunca de Las mil noches y una noche.
Una particularidad de esta adaptación es que no es una sucesión ininterrumpida de noches, como todos pudimos pensar al principio. Faltan las noches 617, 619, 621, 623, 626, 628, 635, 638, 641, 654, 657… El estudio de Joan Venet dice que lo más probable es que estas noches faltantes proceden de la intercalación de la Historia del dormido despierto (noches 622-653) relato que falta en las ediciones egipcias lo cual obligaría al recopilador a un reajuste personal de todas las noches, incurriendo en algunas omisiones. El reajuste fue más intenso al final de la obra donde historias que en otras ediciones eran más extensas terminaron acortadas en la edición de Mardrus. Hay, además, un gran bache entre las noches 679 y 700 explicado en la conclusión de esta edición por un supuesto parto de gemelos de Scherazada.
Para finalizar, es de entender que esta versión, como muchas otras, no es la original de las mil y una noches. Muchas adaptaciones se hicieron en el proceso de traducción y compilación. Sin embargo, la versión de Mardrus es de importancia reconocida en lo que concierne al siglo XX, y fue objeto de muchas traducciones.
“mientras Las mil noches y una noche ocupen un lugar dentro de la literatura universal, la versión de Madrus vivirá y será admirada; representará una interpretación personal muy influida por las corrientes estéticas de principios del siglo XX y muy hermosa; bajo estos últimos aspectos su porvenir está más que asegurado.” Joan Venet